25 ene 2012

Los niños

Una vez alguien me dijo que los niños perdonan pero no olvidan, no sé que tan reales son aquellas palabras pero me dan aquella sensación de tristeza e impotencia. Quizás he visto demasiadas películas o leído demasiadas novelas no lo sé pero sí se algo, si el niño no perdona tarde o temprano olvida pero el rencor sigue dentro suyo sin saber porque y eso lo mata lentamente, de igual forma, sea cual sea la la solución que encuentren ellos terminan tarde o temprano más dañados de lo que fueron al principio y seguirán así por el resto de lo que tengan de vida.
Un niño golpeado y maltratado tiende a ser luego agresivo, a imitar aquello que le han inculcado o yendo a otro extremo tiende a buscar que lo golpeen solo para sentirse bien consigo mismo porque aquello fue lo que lleno por años. Hay miles de formas que se pueden representar, yo di dos y son las que más he visto, no quiero decir que maltrato implica golpes sino palabras, puede que esta persona no golpee pero su hiera con palabras o puede que rompa objetos con el son de no herir a quienes ama y lucha contra sigo mismo, quien sabe realmente.
Un niño que es abandonado tiende a no poder confiar en nadie ni en nada, puede llegar a crecer y ser la persona más cruel del mundo o la persona que vez que llora por cualquier cosa, porque todo lo lleva a lo mismo, quedo solo y debió de sobrevivir por si mismo, no necesito a nadie pero es mentira él sabe que siempre necesito un apoyo el cual nunca tuvo. No es necesario dejarlo en la calle e irte, puede tener un hogar y una familia pero si estos no dedican al menos un mínimo de su tiempo con esta persona se sentirá abandonado.
Un niño violado o prostituido tiende a ser el más afectado. Puede que llegue a cometer lo mismo que le hicieron en su infancia y arruinar la de otro, puede que si fue prostituido siga siéndolo aunque ya es libre, puede que consiga a temerles a las personas o si olvida tener pesadillas que le quitarán día tras día el sueño. Estas personas suelen ser las que aparentan más fuerza pero las más fáciles de desmoronar.
Un niño perdona pero no olvida, antes de dañar a uno ten en cuenta que tanto podrás destruir su vida, ten en cuenta que tanto ha destruido tu vida para que cometas al acto y entonces recuerda, quizás el perdón te haga sentir mejor pero realmente en el fondo sabrás que ese perdón no vale nada.
No al maltrato infantil, no a abandonar niños ni a la violación o prostitución de ellos. No.

Culpa

Aun no comprendo como sucedió, no puedo recordar bien que paso y menos que me ínsito a esto. Puedo sentir y hasta ver el daño que he causado, me siento fatal, me siento una escoria más en el mundo. ¡Desgraciada sea! ¡Maldito sea el día en que le conocí! ¿Es que acaso he sido tan cruel? ¿He hecho todo tan mal?, no lo entiendo si no es así, ¿por qué me castigan?, no lo comprendo.

Puedo observar mi mano temblar, mi cuerpo completo lo hace más no sé si es por la culpa o la furia que me invade, más no sé si es miedo o simplemente, o simplemente… no, es miedo lo que siento y no es miedo a lo que me rodea sino a mí mismo, no le temo al futuro ni mucho menos al presente solo me temo a mí mismo y es su culpa, no, no lo es pero prefiero culparla de todo.

Cierro mis ojos, tomo aire y cubriéndome con la sabana me siento en la punta inferior de la cama, mi pose es igual a la del "pensador" pues estoy pensando, estoy buscando una solución, algo, solo un maldito algo. Llevo mi mano y despeino mi cabello –si es que se puede despeinar más-, me acaricio la cien y suelto un suspiro, no pienso mucho los actos, solo tengo que relajarme. Busco en mi pantalón –que en suelo se encontraba- mi cajetilla de cigarrillos, tomo uno y sin importarme si eso podía matarme o simplemente molestarla lo enciendo, aspiro aquella droga que me llena y calma, expiro y comprendo.

Comprendo que aunque pida disculpas, aunque me arrodille y pida clemencia simplemente no servirá, comprendo que lo que he hecho no tiene solución pero sí, sí podría intentar borrarlo y sustituirlo, pero no puedo, no yo. Giro apenas mi rostro y la observo, está cubierta por la sabana hecha un ovillo, seguro aterrada y agotada. Huiría en este momento si no fuera porque mi maldito orgullo no me deja, necesito ver su despertar y ver que tanto he roto su alma, necesito ver el odio y el terror dibujado en sus azules ojos, necesito verlo, solo… necesito verlo para no volver a hacerlo.

Una pequeña parte de su hombro esta descubierta, puede ver las marcas de mi acto animal aunque no es necesario ver su piel o cuerpo para notarlo, las sabanas, el cuarto lo reflejan sin restricción alguna. Las cosas que ese motel barato tenia estaban tiradas, desordenadas y algunas rotas, su ropa –la de ambos- estaba dispersa por todos lados, se podía ver que había roto la prenda superior sin pudor de ella y que quizás sus jeans no podrían abotonar puesto que el botón lo podía sentir bajo mi pie. La sabana, para que hablar de ella si todos ya sabrán la realidad, ya no son blancas ni ese tono amarillento que suelen tener, son rojas, rojas y malditamente rojas.

Apretó mis dientes, cierro mis puños odiándome a mí mismo, no puedo ni imaginarme que abre hecho, porque aunque diga que no era yo mismo en ese momento aun seguía siendo yo.  Y no hay nada que pueda hacer, nada. Puedo escuchar cómo se queja entre sueños, gime levemente de dolor e intenta acomodarse –puesto que el cuerpo debía de exigirle una posición más cómoda- inútilmente.

Tomo mi boxer y me lo coloco, busco mi pantalón y también me lo coloco, pero mi camisa no, no me importaría salir sin nada mientras que ella pueda tener un mínimo consuelo, dios, que egoísta soy. Sé que pronto despertará, sé que me gritará y que me echará del cuarto, pero necesito oírlo, creo que si me quedo el daño será menor, creo que si lo haga yo podré tener mi propio consuelo,  idiota ¡soy un idiota egoísta!

Ahora, que la observo completamente desde una perspectiva distinta lo recuerdo, ya recuerdo como termino todo así, y diría que era su culpa pero no, era mi culpa, mi celos, mi egoísmo y mi amor. Solté una exclamación de dolor al recordarlo, cerré mis ojos y las lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas, me deje caer el cigarrillo al suelo y me mordí el labio inferior, no quería gimotear y despertarla, no quería hacerlo porque ahora no quería enfrentarla, pero mi cuerpo no me dejaba moverme, me prohibía huir, huir de mi maldito destino.

Si tan solo… si tan solo todo hubiera sido distinto.

Hablemos con la Nana

A lo largo del tiempo he vivido lo suficiente para saber cuando es mucho, he visto menos de lo que espere ver y he creído más de lo que desearía. Cuando uno vive tanto como lo he vivido yo escucha diversas historias, vive muchas y crea las increíbles, las que luego se les cuentan a los nietos. Me gustaría decir que soy un gran conocedor del mundo pero no se historias completas de aquellas que debían de ser importantes pero sí se mis versiones de ellas, como cada quien he creado mi mundo.

Las guerras son pasatiempos para aquello que creen tener poder, pasatiempos que los destruye y nos destruye a nosotros, caprichos quizás. Los cuadros se pintan una vez y significan aquello que nadie ve, lo sé, cada quien interpreta lo que su corazón dicta a ver, su alma desnuda frente a ellos cuando realmente quizás ni un sentimiento tenia plasmado en él. El avance tecnológico nos impresiona cada vez más pero no somos capases de ver lo que no implica ello, la tecnología nos ata y no vemos lo importante de lo que ya existía. Las canciones, las melodías por lo contrario no avanzan, no mueren, nacen y viven en cada uno, una canción de amor o pop o una que canta una madre a su niño o un novio a su novia o quizás al revés, no se crean mediante algo tecnológico, se crean mediante lo que uno siente realmente y es.

Quizás el creer todo esto les haga dudar de que tan bien estoy de la cabeza, quizás tengan razón y no lo estoy, olvido las cosas nuevas pero guardo las viejas bajo llave, las palabras se me desvanecen frente a mi pero las únicas que debo saber no las olvido, no se escapan porque las sujeto con fuerza. Sé que creerán al leer esto que las palabras de alguien mayor no valen nada, que muchas son dichas sin sentido o quizás sean de las personas que creen que la palabra de una persona que ha vivido tanto como yo es sabia y a la vez cerrada.

El tiempo da tiempo al tiempo, eso siempre he dicho. Los adultos tardamos en aceptar lo que nos rodea, algunos por su religión o creencia, otros porque lo han reprimido o porque tienen miedo al cambio. Pero seamos sinceros, quizás ahora existan cirugías hasta para los perros de cambio de sexo pero la homosexualidad existió siempre, en la primer y segunda guerra mundial, en la guerra fría, en las guerras internas, antes de que los países se independizarán algún desliz existió. Que no lo cuenten en voz alta no quiere decir que no existió, hay gente que se avergüenza de lo que es y no es su culpa, es nuestra.

Las esculturas son hechas por una mano prodigiosa, una que sabe dar vida a una simple roca o un pedazo de barro. Siempre me pregunte si los cirujanos estéticos fueron en sus vidas lejanas o pasadas escultores, o quizás anhelan serlo realmente. No importa cual sea la diferencia, la técnica o el final, importa lo que se quiso crear y con el alma que se hizo, lo sé, lo sé muy bien, muchos cirujanos no tienen pasión por lo que hacen pero algunos sí, yo se los afirmo y es palabra de un sabio.

Se esta haciendo tarde pero me gustaría contarles tantas cosas, quizás no tenga tiempo luego o sí, quien sabe, pero si no lo tengo quiero decir dos cosas importantes pero si llego a tener el tiempo para volver a hablar contigo quiero que esta vez nos sentemos bajo un verdes árbol y veamos a los niños jugar en el parque, es un promesa, ¿sí?

Te amo, es una palabra importante pero no tiene significado si no se dice con sentimiento, escrita no vale nada, grabada o dicha por teléfono tampoco, solo la voz real y la mirada es lo que hace que esta valga, lo sé, cursi pero cierto.

Te esperaré, es algo que nunca es cierto, uno termina por olvidar quiera o no y deja de esperar, si te lo dicen cree ciegamente si sabes que volverás pero si sabes que no lo harás a la corta deja la esperanza volar, y sí lo dices ten en cuenta que lo harás un tiempo, quizás mucho o quizás poco pero lo harás y dolerá, y dejará de doler pronto.

Y lo último que diré antes de despedirme es: "Escucha, no siempre será lo que quieres oír pero cuando tengas que oír lo importante, lo que cambiará tu vida, no puedes hacer oídos sordos, puede que no te guste al principio pero al final, era lo mejor".

Nos veremos quizás no ahora y quizás no después pero lo haremos, yo sé que sí, tarde o temprano porque el tiempo da tiempo al tiempo.

Caja de Recuerdos II

Han pasado los años, los meses y días, ya no cuento las horas y menos los minutos porque de ser así ya no estaría aquí. Y así es como hoy me pregunto, como tantas otras veces lo haré, porque sucedió más no recibo respuesta o, al menos, no una respuesta satisfactoria. Me pregunto porque él y no yo, siento yo quien no era fuerte y él siempre siguió adelante sin importar qué; me pregunto que lo ínsito y le exigió cometer tal acto; me pregunto si pensó en el daño que le haría a la gente o si simplemente pensó en mí, en el daño irreparable que me haría más no sé la respuesta, no la sabré y con esto me doy cuenta que nunca es sabido nada.

Y quizás hoy, como sucederá otra vez, las lágrimas del viento recorrerán mi pálida piel, que vida posee a pesar de que mi alma muerta esta. Y quizás todo suene melodramático pero duele, y eso no se puede evitar, duele, y no se puede negar.

No recuerdo cuando comenzó y menos cuando termino porque jamás fue necesario ponerle fechas a nuestro amor, sabíamos que comenzó sin decir nada –solo con una mirada lo supimos- y ambos supimos que todo termino en un silencio profundo. Las fechas, los números y meses, eran innecesarios, insignificantes y hasta me atrevería a decir tontos. Y tu muerte es lo único que fecha lleva, solo porque no puedo olvidar el día en que supe que todo esto tenía un final definitivo, y tiene un número y un mes, que anteriormente creímos estúpido, solo porque así lo siento mejor, pero no importa, no importa la fecha pues yo te recuerdo día a día y sin importa qué, todos los días son el día de tu muerte y el día de tu nacimiento, a pesar de que el ultimo no lo recuerdo y quizás sea mejor así, porque uno no debe ser recordado por su nacer sino por su trayectoria en la vida.

Por todo esto poseo una pequeña caja de recuerdos, recuerdos tuyos y míos, más temo cerrarla y no poder volver a abrirla, temo olvidar o sustituir tu rostro solo por temor a no poder seguir. Pero quien sabe, ¿no?, si has sido molesto en vida ni me puedo imaginar en muerte, no, si puedo. No dejarás que cierre la caja, no dejaras que te olvide y mucho menos que te sustituya pero sí dejarás que otro ocupe tu lugar momentáneamente, hasta que nuevamente estemos juntos. Lo sé porque cuando creo que ya no lloraré por ti, vuelves como un maldito fantasma que me acosa como si algo pendiente hubieses dejado, y realmente algo ha quedado.

Aun nos debemos tantas cosas, entre ellas nos debemos una disculpa mutua y un agradecimiento, aun me debes tu adorable –y detestable- gorra blanca, tu fiel amiga. Y yo, yo te debo tantos besos perdidos, tantos abrazos y risas reprimidas, te debo mucho vida. Y tú, tú me debes mucho más, quizás cosas materiales pero que con ellas yo podría estar más tranquila, aun me debes esa cajilla musical –que me has prometido- que me arroparía en las noches con su dulce melodía, que cada mañana me recordaría a ti, aun me la debes, eso y mucho más. Más no podremos saldar estas deudas, porque –irónicamente- es el único lazo firme que nos mantiene unidos a pesar de la diferencia que hay entre nosotros, es lo único que me ínsita a seguir, esperar.

Son recuerdos infinito y promesas rotas, son y serán.

Me pregunto si algún día podre superar todo esto y sé que si estuvieses vivo me gritarías tan pero tan fuerte que “soy idiota” que seguramente quedaría sorda. Odiabas que le dé vueltas a los temas, odiabas que no pueda dejar el pasado atrás, lo odiabas porque tú mismo lo hacías.

Siempre hemos sido tan iguales y tan distintos, y puedo imaginarme como te sentirías si leyeras esto, me odiarías y más te odiarías a ti mismo por el daño ocasionado. Y seguramente te matarías mil veces más por ellos, lo harías porque tú tienes agallas, y tú eres el cobarde. Jurarías que ahora escucho tu voz diciéndome que no lo eres, pero si lo eres, tú has huido de todo por el camino más fácil y yo, simplemente sigo por el complicado aunque dudo, dudo si soy solo yo misma quien se coloca más obstáculos en la vida.

Eres un idiota, y te odio, y te extraño y te necesito, no sabes cuándo te odio/te quiero. Y me duele, no sabes cuándo me duele el temor a hablar de ti, no sabes cuándo me duele ir olvidándote, no sabes cuándo me duele seguir esperando que vuelvas a mi lado, que aparezcas diciéndome que todo fue una mentira, una cruel broma, y que todo estará bien y que siempre lo ha estado.

No sabes y nunca sabrás cuanto te quiero, te necesito, te extraño y más que nada te odio. Seguirás siendo un maldito ángel que no debería de estar en el cielo, por el daño que me has hecho. Seguirás siendo un recuerdo infinito en mí y más que nada, seguirás en una parte de mi corazón aunque no lo merezcas, seguirás y seguirás.

Caja de Recuerdo I

Nuevamente como si fueras un fantasma te escures entre mis recuerdos. No sé porque ni cuando comenzó todo, solo sé que aun vives en mí y no puedo olvidarte. Cada palabra, cada acción o simplemente tu mirada, todo se esconde en mí, todo se guarda y no quiere salir. Sé que el olvido es lo que tu desearías, se que pensarías eso y por eso mismo no puedo.
Las lágrimas se derraman sin sentido, sin nada que las detenga. No es que quiera llorar, tampoco es que no quiera, simplemente sucede como todo aquí. Tu más que nadie debería de entenderlo, tú que pareces no querer dejarme y me atormentas día a día para no olvidarte. Mas no comprendo si eres tú o soy yo la busca una escusa para no olvidarte, no lo entiendo porque no lo quiero hacer.

Hoy como tantas veces rebusco en mis recuerdos, no busco nada real, solo busco algo que me haga saber que existí y que aun lo hago pero aquello no es lo que consigo, solo consigo tu recuerdo.

Recuerdo los apodos sin sentido y ofensivos que inventabas, las ganas inigualables de molestar a las personas que te caracterizaba, aquel carácter tan molesto y adorable que solo existía en ti. Recuerdo usarte para más de una cosa, historia, dibujos o simplemente un juego, lo recuerdo bien y eso me lastima, nada que allá escrito antes puedo leer, nada que allá dibujado antes puedo ver porque tu estas allí, siempre lo estas.

Y sé que ya no falta tanto para encontrarte, y sé que ya no falta tanto para dejarte pero aun así, mientras el tiempo dure, no puedo, no puedo vivir. Porque tu recuerdo me sigue como vil fantasma, porque sigues en mi mente y en cada espacio de mi mundo, porque simplemente no tengo las ganas para seguir.

Hoy, como se que sucederá otra vez, escribo para no cometer nada fuera de lo acordado, escribo para llorar y limpiar mi alma, hoy como haré otra día, relato lo que esconde mi mente, lo que nadie debería de saber jamás pero que no puedo soportar sola. Dos años, no más, no menos, simplemente un tiempo indefinido donde tú ya no estuviste, un tiempo en el cual jamás podrías regresar, como ahora, no puedes volver.


“Vive por él, y vive por ti, como sabes que él siempre lo deseo”

Él, quien ya no esta.

Él hubiese deseado -en un momento como este- que siguiese con mi cabeza en alto, que no me rindiese. Más yo me pregunto por qué él no lo hizo, por qué se rindió o simplemente por qué me abandono.

No busco preguntas sin respuesta, no busco respuestas tampoco, solo busco una inútil explicación.

No es que desee lo contrario, no es que desee caer igual que él, simplemente pregunto –como mil veces lo he hecho- si él hizo lo correcto o simplemente cometió el error más grande de su vida.

No lo sé, dudo saber en algún momento. Que tanto da el saber algo que no solucionará nada, que no me lo traerá devuelta, que no borrara las sonrisas ni los llantos, que simplemente quedara en la nada.

Porque un nuevo año, porque otra vez comenzare sin él. Y no busco recordarlo o pensar en él pero simplemente sucede, la vida trae lo que uno no desea, quizás por eso él ser humano es tan terco y a la vez tan fuerte.

No busco expresarme, no busco consuelo, no busco nada solo espero, espero una oportunidad, espero una razón, espero que los recuerdos no me atormenten, espero y espero sin más.

Hoy entre tanto lamento, me di cuenta de lo inconsciente y quizás inocente que fui, no supe nada, no supe sus razones, no supe nada porque así lo desee. Inocente quizás, inconsciente lo es.

Solo una despedida hasta aquella fecha, otro vez, me despediré sin oír tu voz, sin oír tu “nos es adiós ni chau, es nos vemos”, otra vez y otra más lo hago, espero escucharlo en la soledad, espero oír aquellas mágicas palabras que sé que no oiré jamás.

Plegarias del viento.

Si alguna vez puedes escuchar estas palabras que en el viento se han perdido, quiero que entiendas que lo siento, realmente lo siento.

Elegir de que lado estarás es una elección difícil y que nadie más puede hacerla por ti, y sé que tu elegiste lo mejor para ti y yo lo mejor para mi. Lo siento, nuestro caminos se han separado ya, desde un comienzo, desde el final.

Y si puedes sentir mis lagrimas caer al mar, por favor, no des la vuelta, no gires, no vuelvas, no pares, no lo hagas. Por favor, hazlo como mi último deseo y no quieras regresar a un pasado borroso, hazlo porque te quiero y porque me has querido, sigue al frente, cabeza en alto y con pasos firmes sin esperar que la lluvia nos vuelva a unir.

Por favor, por favor, lo siento, lo siento tanto.

Te amo, te amaré y quizás te he amado, ya no lo sé.

Solo comprende que nuestros caminos son distintos, son contrarios, son paralelos y no se podrán unir, solo comprende, por favor, que estuvimos separados desde un comienzo y estaremos unidos al final, cuando todo acabe y ya no tengamos caminos para recorrer.

Recuerda, que si alguna vez oyes mis plegarías volar en el inmenso cielo las seguirás sin queja alguna.

Nuestro mundo volverá a ser uno cuando la nieve caiga en este infierno, te lo prometo.

Dime

Yo se que lo sientes, dentro de ti. Sé que no lo puedes olvidar, sería difícil hacerlo.
Los errores seguirán a uno hasta el fin, eso lo sabes perfectamente, y no te arrepientes de cometerlos, no te arrepientes de que marquen tu vida, no, creo que al contrario, te agrada esa idea.

Cuantas veces te habrán dicho, “eres totalmente masoquista” “Que estúpido eres”, pero ninguna de esas frases te llegaron realmente, no te dañaron, no, no te hirieron en lo mas mínimo. Y ahora comprendo el “porque” de eso, comprendo que todo lo hacías sin mirar atrás, que nunca desististe a tus ideas. Ahora comprendo, que todo lo hiciste con el “corazón”, como muchos dirían. Ahora comprendo lo insólito que es todo.

Sin mirar los pasos marcados, sin mirar las lagrimas derramarse. Sonriendo, riendo y dejando que todo a tu alrededor sea, lo suficiente, similar a lo que deseas. Sonriendo y llorando a la vez, riendo y lamentando un mal paso, una caída, nunca, nunca, perdiéndote en el dolor, ¿cierto?
Lo que nadie hace, lo que todos omiten creer, de lo que todos se quejan, con ello tú haces tu camino. Con cada acantilado que debas de cruzar, tu forjas un puente, tan fuerte y resistente que es hasta envidiable. Con cada viento fuerte, tú encuentras la forma de pasarlo sin retroceder ni un paso, como pocos hacen. Como si en un desierto te perdieses, y no allá mas agua, siempre encuentras un oasis que te salve. Si, totalmente codiciado, eso creen muchos.
Pero escondido bajo ese puente, pero metido entre aquel viento, y ahogado en esa agua, esta todo. Todo lo que es, todo lo que siente, todo el sufrimiento que deja atrás. Todo.

¿Qué sentido tiene? ¿Con que fin haces esto? ¿Acaso es para vivir, sobrevivir? Si todo llega a un fin, ¿para qué lo haces?

¿Que sentido tiene todo esto? Dime, por favor.

05-02-10

"Como un libro sin escribir, como mil palabras sin redactar, así es.
Como si las hojas solo se volasen, en aquella tarde.
Como si todo lo que uno esperase fuera azul, así se sentía él.
Como si su mundo fuese un libro, una biblioteca sin final.
Como si su inspiración y su mente fuesen una, así vivía él."

Un sueño

Nuevamente desperté agitada, otra vez aquel sueño donde tú apareces, eso me está matando de apoco. En aquel lugar, en ese edificio a medio construir, arriba de todo me esperas con tu típica sonrisa despreocupada y yo no puedo llegar allí. Sé que es solo un sueño pero es tan real, desearía que solo fuese eso, un sueño, pero a la vez no. Ara menos de un año que todo paso, tan poco tiempo.

Mire mi mano derecha y observe el anillo que me habías regalado, lo recuerdo bien, fue cuando cumplimos un año que me lo diste, recuerdo que estabas tan sonrojado, cosa que rara vez se veía en vos, y que no pude evitar soltar una pequeña risita. Lo recuerdo, lo recuerdo muy bien. Mi rostro se pone melancólico al mirarlo fijo, pero rápidamente pienso en otra cosa, no quería llorar, no lo haría, porque aun no lo he hecho, aun debía de mantener mi promesa intacta.

El medio día llego tan rápido, todo ese tiempo solo me sumí en la nada, como siempre lo hacía. No escuchaba a mi alrededor ni pensaba nada, solo mantenía mi vista en un punto aleatorio y seguía haciendo las cosas sin saber si las hacia bien o mal. La tarde llego y yo subí a un auto, no recuerdo a donde iba, ya que no me importaba demasiado saberlo. Mire todo el camino por la ventana, cada lugar que pasábamos, como si esperase pasar por aquel lugar. Sin darme cuenta recordé uno de los caminos, si a mi derecha estaba la cera por la que corría para llegar a aquel edificio y así fue, pasamos por al lado de ese lugar, lo mire totalmente sorprendida, impactada, y pude notar que en el último piso había alguien. Para cuando volví al mundo real ya abrimos pasado unas tres cuadras, le pedí al conductor que se detuviese y pague lo que debía. Sin pensarlo dos veces me eche a correr hacia ese lugar, tan rápido como me dieron las piernas. Llegue rápido y entre por un lugar donde estaba roto, procure que no allá nadie y así era, nadie estaba allí. Subí las escaleras corriendo, ya que ese edificio estaba sin terminar, solo tenía los pisos y escaleras hechas, lo demás no estaba. Corrí tan rápido sin importarme caerme, sin importarme nada, aunque sabía que quienes me viesen llamarían a la policía, pero eso no me importaba.

Abre subido quince pisos, mis piernas ya no daban mas, y llegue al final, allí estabas tú. No sabía si era un sueño o no, no me importaba tampoco saberlo, me acerque con pasos lentos, dudando. Mis lágrimas brotaron como hacía tiempo que no lo hacían, eran lágrimas de felicidad al verte. Tú te aproximas a mí con pasos cortos y pausados, eso me desespera más. Estiro mi mano, al estar a centímetros de ti, intentando de tocar tu rostro, tú no te niegas solo sonríes como siempre. Toco tu piel, fría y pálida, siento un escalofrió recorrer mi cuerpo, pero no me importa yo quería abrazarte como hacía tiempo que no hacía. Y eso hago, me acerco a ti, me abalanzo sobre ti, abrazándote con fuerza, llorando aún más, tú no te niegas y me correspondes con tranquilidad.

Me susurraste algo, al principio no te entendí pero luego lo entendí bien, me susurraste un “Adiós” y al fin entendí todo. Me separaste lentamente, me tomaste del mentón y besaste, tus labios estaban fríos pero tu beso era dulce, era rico. Yo volví a llorar, sin importara nada, yo lloraba. Había roto la promesa hecha y a ti parecía no importarte, te alejaste con pasos lentos, dándome la espalda, yo caí al suelo sin fuerzas, observándote.
Volviste a acercarte a la orilla del lugar, juraría que en ese momento vi detrás de ti unas alas blancas, tan blancas y puras, desplegadas en el aire, era hermoso. Te giraste sutilmente y me sonreíste y con una dulce vos me dijiste al aire “Gracias por amarme”, en ese instante yo llore más que nunca, sentía que no podía mas, vi como una única lágrima se escapo de tus ojos y como volviste a mirar a la nada, y así seguiste hacia el frente, cayendo a la nada nuevamente. Grite tu nombre, tan fuerte como pude, quise seguirte pero no podía moverme. Tiempo más tarde llego la policía, me tomaron para que no me acerque a la orilla y me dijeron que era peligroso estar allí, yo me solté para poder acercarme a donde tú estabas y allí solo había un pluma blanca, mire hacia abajo y no había nada. Me levante con un sonrisa triste, me limpie las lágrimas y apreté la pluma contra mi pecho, contra mi corazón. La policía me pregunto qué hacía allí y con simpleza les conteste, que me había parecido ver a alguien allí, pero que quizás era solo un ángel. Ellos me miraron raro, quizás creyeron que estaba loca, me propusieron llevarme a mi casa pero yo me negué. Camine tranquilamente hasta mi hogar, sabiendo que él cumplió lo que le faltaba y que ahora él me estaría cuidando. Lleve la pluma conmigo siempre, y los sueños donde él aparecía desaparecieron, como si nunca hubiesen estado, aunque yo sé que eso es solo un mentira y que él si esta, estuvo y estará siempre aquí, cerca o lejos, en mis sueños o pesadillas, el está ahí.

El Adiós que jamás existio

Las luces se apagan a medida que te marchas. Todo se vuelve oscuro y solo tu silueta se ve a los lejos. Caigo vencida al suelo pero mis lágrimas no caen. Quizás sea por que no te amaba, quizás sea porque ya no tengo lagrimas por derramar, no lo se realmente.

Poco a poco ya ni te veo, ya no veo nada, pero aun puedo escuchar tus palabras retumbar en mi mente. Intento de acallarlas pero no puedo, me dañan, me dañan demasiado pero ya no puedo hacer nada. Soy frágil y no puedo luchar en contra, no puedo.

Me mantengo con mis ojos cerrados intentando de borrar aquellas palabras y tu figura de mi mente. No me doy cuenta pero en ese momento las luces vuelven a prenderse de golpe y tú estas posado frente a mi con tu mirada llena de preocupación, sin comprender mi estado.

Abro mis ojos y te veo, te veo y lloro, lloro como hacia tiempo que no lo hacia, lloro por el dolor y la felicidad que me brindaste y lloro por el adiós que jamás existió.

Cegado

Nunca has escuchado
Lo que mis ojos te han dicho
Nunca has entendido
Lo que mi corazón esconde

Cegado por la ira
Odiando, amando
Cegado por el dolor
Sufriendo, riendo

Mis manos extendidas
Tú no las tomas
Mis ojos abiertos
Tu no los vez

Corazón, mi vida
Corazón, mi alma
Nada es
Nada será

En un susurro
He dicho mi lamento
En una palabra
He maldecido mi alegría

Nada es
Nada será
Vida mía
Vida tuya

Nunca has visto
Las flores crecer
Nunca has sentido
La briza del verano

Cegado vives
Cegado mueres
Tú no vez
Tú no sientes.

Inocencia


¿Es que simplemente no lo vez?
Dime, ¿es tan cruel?
¿Por que no respondes?
Es que acaso ya no me quieres hablar
Es que acaso ya no me quieres escuchar
Entonces, dime, ¿que hice mal?
¿Por que ya no sonríes?
¿Por que solo veo tristeza en ti?
Dime, ¿por que el brillo se ha ido?
¿Por que estas tan pálido?
Dime, amor, ¿que sucede?
Es que acaso ya no me amas
Es que acaso ya no me quieres
Dime, ¿que ocurre?
¿Por que me abandonas?
Dime, dime, dime por favor
¿Por que estas muerto?

25-07-2011

"No importa que tanto deseemos huir, que tanto esperemos escapar de nuestra realidad, porque siempre, siempre el destino nos encontrará".

Mis palabras podían perderse en el suave susurro del viento, mi vista estaba tan perdida en aquel sol que poco a poco se fundía en el agua más profunda y pura del mar. ¿Realmente existía una salida?, dudé como siempre lo hacía.

Recuerdo que una vez me dijeron que el dudar nos hace humanos, que el no saber dónde ir y no saber quién eres a veces, y solo unas pocas veces te hace invencible pero no sé si aquello es verdad. Nuevamente dudo, y si dudo no puedo huir. ¿Y si no huyo? ¿Y si me rindo a mi destino?, sería cobarde, sería patético hacerlo.

Cosas


La muerte
Hay cosas que no se pueden detener.

El amor
Hay cosas que no se quieren detener.

El odio
Hay cosas que no se pueden comprender.

La vida
Hay cosas que queremos comprender.

La ironía de la vida.

Simples Palabras

Deseo borrar aquellas palabras que aun retumban en lo más profundo de mí ser, desearía que desaparecieran, que no se repitieran tan insistentemente y que simplemente se esfumaran como el fantasma que deberían de ser.

"No importa" he dicho, pero no es cierto, sí importa y más de lo que querría que lo hicieran. Por qué no interesa que tanto intente de convencerme a mi misma de lo contrario, sí importan, sí dañan y sí han sido dichas, palabras, palabras y simples palabras mal dichas.

Siempre he creído que nunca podría oír eso de aquella persona, jamás pensé oírlo con tal tono, menos con tan punzante dolor atravesando mi ser, jamás me lo he imagino y eso que he de imaginar tantas malas situaciones como puedo, para que no duelan tanto luego. No, no lo he hecho, si, si ha dolido.

Cierro mis ojos e intento poner mi mente en blanco, siempre lo pude hacer cuando todo estaba mal, podía relajarme y pensar tranquilamente, pensar, pensar  y pensar, ahora simplemente no puedo. Aun escucho detrás de mi sus palabras retumbar en cada parte de mi "yo", no las puedo acallar aunque grite, aunque llame y ruegue, aun, aun retumban en mi.

¿Es culpa? ¿Culpa por qué? ¿Por no haberlo visto antes? No, ¿será el karma?, já, quizás.

"Le odio" susurre para mi, sin comprender que es odiar, sin saber que puede significar. He oído que la gente de mi signo ama y odia con intensidad, que nada deja a medias, todo es intenso. ¿Será cierto?, si lo es comprendo que pudo incitar a que esto terminase así, quizás ahora todo puede ser visto claramente.

Vuelvo a abrir mis ojos, observo que sus palabras se desvanecen, y no significa que las olvidaré o que el dolor ha desaparecido, sino que por lo contrario significa que lo he guardado, como tantas otras cosas hasta que vuelva a explotar y quizás esa vez no escribiré, y quizás esa vez simplemente será la última vez.

Paz

¿Alguna vez has oído el canto del mar? ¿El susurro del viento? ¿El silencio del bosque? ¿O la desesperación del desierto? ¿Alguna vez lo has hecho? ¿Te has detenido a sentir? ¿Ha vivir? ¿Ha creer? ¿O simplemente a esperar?

¿Alguna vez, solo una, lo has hecho? ¿Has comprendido? ¿Has existido? ¿Solo, has visto la verdad del existir? Si no lo has hecho aún, entonces, cierra tus ojos, respira profundo y solo, solo deja tu mente en blanco –no olvides respirar- y así tus dudas, tus preguntas, serán solucionadas.

Solo, déjate llevar.

Yo me he preguntado...

Alguna vez…

¿Te has preguntado cosas que no tienen respuesta?

¿Te has preguntado por qué los niños ríen sin razón? ¿O por qué los adultos lloran sin sentido alguno? ¿O simplemente te has preguntado qué sentido tiene amar si con eso sufres? ¿Para qué reír si el de al lado llora? ¿O por qué llorar si el de al lado ríe?

Alguna vez, ¿lo has hecho?

¿Te has preguntado por qué algunos tiene y otros no? ¿Por qué nos separan y nos hacen luchar cuando todos somos lo mismo, la misma creación?

¿Por qué muchos buscan escapar buscando un ser inimaginable? ¿O por qué otros no lo hacen?

¿Te has preguntado de donde han salido las maravillas? ¿Te has preguntado si tú eres tú y no yo o él?

¿Por qué lloramos cuando estamos tristes y también cuando felices? ¿Por qué reímos de felicidad o simplemente de angustia? ¿Por qué gritamos si podemos susurras? ¿O para qué susurrar si podemos gritar?

¿Me he preguntado, yo hoy, por qué preguntar si no tienes respuestas? ¿Para que buscar sin encontrar? ¿O simplemente, para qué buscar que tú te preguntes si tú no encontraras tus respuestas y aún menos las mías?

Alguna vez, ¿te has preguntado?

¿Por qué el cielo es azul y no verde? ¿Por qué el césped es verde y no violeta? ¿Por qué si somos animales hemos evolucionado? ¿Qué nos hace mejor? ¿Qué nos hace peor? ¿Por qué, para qué?

¿Por qué vivir para comer y no comer para vivir? ¿Por qué no darle cuando a ti te sobra? ¿Por qué buscar más cuando ya lo has tenido todo? ¿Por qué?

Alguna vez, alguna vez lo has hecho ¿no?

¿Por qué lo has hecho?

Por qué yo me he preguntado hoy. Mañana y quizás pasado me lo volveré a preguntar.

Mis horas de Incompresión

La briza


Cuando un árbol llora lágrimas de viento, una nueva alma ha nacido. Cuando un árbol lamenta entre susurros, él ha visto una flor marchitarse. Porqué al pasar los años seguirá, entre lágrimas y lamentos, viendo el comienzo y el final de la eternidad.

Desolación


Solo se encuentra, solo ha vivido y solo pretende morir, se ha encerrado en su cuarto y no pretende salir, su fortaleza le protege del mal, o eso cree. Solo, él se esconde del futuro, solo, él se lamenta del presente que sin alegría ni tristezas vive. Solo, ha conocido su destino, solo, redacta su desgracia. ¿Que soledad ha de ser tan solitaria que solo ha de dejarlo?

Señor Complice

Nunca hubo razón aparente para hacer lo que se hizo, jamás la hubo pero aun así se realizó lo que nadie debió de hacer. Quizás los gritos que se oyen desde el piso superior de la casa sería la suficiente tortura para el corazón de aquel cómplice, aquella persona que sin querer ser parte de todo esto termino siéndolo, aun así, la tortura que su mente y corazón recibía en ese momento no era suficiente castigo. Él tenía la posibilidad de parar todo, él podía acabar con su dolor y el de aquella víctima, simplemente él era la clave pero no hizo nada, no hizo absolutamente nada.

Podía sentir como las lágrimas de aquella persona caían por su rostro hasta el suelo, como los gritos desgarraban su garganta y destruía lentamente su alma, podía sentirlo sin verlo, podía oírlo y hasta juraría que podía tocarlo más no era real, su mente comenzaba a jugarle una pesada broma, la culpa lo estaba carcomiendo por dentro. Quién sabe si fue por las horas que pasaron y no pudo moverse de su lugar por temor a ser atrapado, a ser culpado y a no poder escapar de su cruel destino que su imaginación le comenzó a hacer creer que él era la víctima, que él estaba en lugar de aquella persona y podía sentir su mismo dolor, su mente –como la de cualquier humano- jugaba con él.

Cuando al fin los sonidos cesaron él aun podía sentirlos resonar a la lejanía en lo más profundo de su alma, cuando al fin vio bajar al agresor acomodando sus prendas y limpiándose la comisura de sus labios, que sangre tenían, pudo sentir por primera vez en esa noche que todo se había desmoronado y que no había vuelta atrás, el daño estaba hecho.

Escucho las palabras que el otro le dedicaba, diciendo lo bueno y lo inquieta que era esa persona, diciendo guarradas, sonriendo con locura, sonriendo como un verdadero enfermo mental. Sus palabras entraban y salían de sus oídos, no las escuchaba realmente pues podría jurar que oía la jadeante respiración de la persona que al borde de la inconsciencia se encontraba en esos momentos, sentía que perdía la poca cordura que alguna vez tuvo más su acompañante parecía no haber notado ese detalle, quizás era por el único hecho de que se sentía completo y divertido por la atrocidad que acababa de cometer.

En esos momentos él entendió que no existía ningún ser que pudiese castigarlo porque quizás, si estos realmente existían, estaban tan divertidos como el mismo agresor que no lo podían culpar o castigar, en esos momentos él comprendió que la injusticia existía y él era parte de eso. Se levantó de su "escondite" ya sin importarle ser atrapado, ser juzgado o morir en el camino, porque de lo que él fue cómplice no podría escapar y aunque lo hiciese la culpa siempre lo perseguiría, y él lo sabía, él siempre lo supo en lo más profundo de su corazón, siempre fue consiente y por esa misma razón se odio más a si mismo que a la persona que frente a él se encontraba –con una aire de triunfo- sonriéndole.

Quién sabe cómo termina la historia, seguramente el agresor ahora pasea frente a tu casa libremente mientras que el cómplice debe estar muerto o simplemente encerrado en un manicomio, creyendo oír aun la respiración de aquella persona y su suave voz pidiendo ayuda, la ayuda que no le pudo otorgar y jurando ver a aquel individuo, que seguramente está muerto, frente a él aun pidiendo ayuda cuando solo unas cuatro paredes blancas lo rodean. Lo irónico es que el verdadero loco, el verdadero desquiciado esta fuera mientras quien quizás tuvo un poco más de cordura está dentro del loquero, lo irónico es que la justicia siempre ha sido al revés o quizás solo se aplica al ser humano con cultura y no al cavernícola.

Yo Queria

Yo quería quererte
Yo quería esperarte,
Yo quería sentir y amarte
Yo deseaba esconder
Aquel recuerdo del adiós
Porque sin ti
Porque sin mi
Ya no somos dos


Siempre, siempre
Yo deseaba, mi vida,
Que todo Terminase pronto
Yo rezaba a mil dioses
Que acabase ya.
Porque sin ti,
Porque sin mí,
Ya no somos dos


En ese vacío de la noche
En esa luna sin estrellas
Faltaba algo,
Faltabas vos
Dime, ¿Por qué no estás?
Los pájaros están encerrados,
El niño llora sin consuelo,
¿Donde estas?

Yo quería creerte
Yo quería seguirte
Yo quería olvidarte
Yo quería, Yo quería
Yo quería que los dos
Una luna y un sol
Pronto, pronto fuésemos.
Yo quería... yo quería no matarte.

Sombras

Las sombras lentamente fueron consumiéndolos.

Él se encontraba recostado en aquel sofá de fino terciopelo rojizo, con sus patas y decoraciones doradas. Ella sentada en el suelo sujetando su manga mientras su mirada se perdía en aquel techo, que anteriormente fue blanco, ahora negro.

Como si realmente no sintiesen, como si realmente no estuviesen, ellos se mantenían en silencio. Eran aquellos silencios que relajaba el alma, aquello que disuelve el dolor y desvanece el odio, aquellos silencios que no suelen encontrarse.

A pesar de todo ellos no se inmutaron, no, a diferencia de lo que se podía creer ellos se sintieron al fin en paz. Quizás era por la falta de razón o sentido común que ambos tenían, quizás era por el alivio que ahora sentían, quien sabe realmente.

Era simple, era inaudito y sin sentido, ¿cómo había sucedido?, nadie lo sabía, nadie deseaba saberlo.

Mientras ellos vivían en una ilusión eterna, aquí donde tú y yo estamos, los llantos decoran la habitación, donde dos almas descansan por siempre y para siempre, donde viven creyendo ser verdad cuando la realidad solo lamenta la pérdida de dos peones más.

Si no lo hubiesen deseado, si no lo esperaban con tanto anhelo, quizás, y solo quizás, ahora la oscuridad no los hubiese consumido y los llantos ajenos no existirían, pero solo sería una mentira más porque ambos y todos nosotros sabemos que era lo mejor. La oscuridad llegaría tarde o temprano pero era mejor que ellos estuviesen juntos, que ambos supiesen que así en paz estarían y que el dolor seria menor, para ellos y para todos.

Las sombras lentamente fueron consumiéndolos.

Nosotros

Cerraremos los ojos, porque es más fácil.
Hablaremos bajo, para que nadie nos escuche.
Sentiremos profundo, para no decaer.
Respiraremos suave y pausadamente, para no olvidarnos.
Soltaremos lágrimas cristalinas, para no ser olvidados.
Oiremos atentamente cada palabra, porque debemos de creer.
Creeremos en nosotros, porque así existiremos.
Moriremos, para luego vivir.

Asesino

Como si un sueño fuese allí me encontraba, en una habitación tan blanca que mis ojos no podían soportar tal intensidad de pureza. Allí me encontraba sin saber porque, sentada en el suelo sin mirar nada realmente, sentía esa extraña sensación de vacío, de que algo he perdido y no volvería a mí.
No sé porque ni que me ínsito a hacerlo pero baje mi mirada hacia mis manos, que temblorosas se posaban a la altura de mi pecho. Rojo, carmesí, rojo y rojo, un líquido que se escurre entre mis dedos que cae al suelo más este no se ensucia de tal impureza. La sangre que mía no es, la sangre de aquel que he herido, ¿herido?

No comprendo nada, mi cabeza duele horrores, mis recuerdos se ven difusos y no encuentro respuesta. Sin saber porque, ni cuándo y menos donde, busco aquel que herido debía de estar pero nada hay, solo yo en ese habitación solitaria.
No estoy segura si fue la desesperación, el dolor o el simple hecho de sentir tal vació dentro que comencé a llorar. Las pequeñas lágrimas cristalinas resbalaban de mis ojos, recorriendo mis mejillas y desapareciendo mi barbilla aunque no todos, otras en mis labios que temblorosos dudan en gritar, gritar y comprender.
No sé qué hacer, no sé donde huir y no puedo, no puedo acomodar mis ideas para encontrar una solución factible. No puedo y no puedo, no, no quiero y no quiero encontrarla. Me sumerjo en mis pensamientos sin sentidos, no escucho los pasos acercarse y eso que sonoros eran. Lo siguiente que siento es el calor que emana aquel cuerpo que entre sus brazos me toma, como si intentase acabar con mi agonía.

-Todo estará bien, todo lo estará-

Fueron sus suaves palabras que susurradas a mi oído se habían perdido, podía observar a aquel ángel rubio que parecía aun más afectado que yo, claro, él si sabia la razón y yo no. Su voz a pesar de ser dentro de todo calma demostraba una absoluta tristeza y ¿rencor?, seguro.

Sin saber si apartarlo, si golpearlo o gritarle, sin saber que hacer pude observar, por arriba de su hombro, mis manos temblorosas que aun a los lados se mantenían extendidas, las extendí lo más que pude y mis lagrimas no dejaban de salir. Sentía como cada vez él me aprisionaba más entre sus brazos buscando un propio auto-consuelo, y ahora lo comprendo perfectamente.

Como si fuese un leve choque eléctrico el que golpease mi cuerpo recuerdo todo.

Yo he matado, he sido su asesino quien no sabe que ha cometido su más valioso delito. No he querido ver la sangre escurrirse entre mis dedos, no he querido oír el grito desgarrador de agonía porque yo creía que una mentira seria. Y el consuelo otorgado a mi alma no ha podido curar los recuerdos ocultos, aquella caja de cristal que sellada deje antes, hoy se ha vuelto a abrir y el silencioso lamento se opaca bajo las lágrimas rojas de él. Pues el asesino ha vuelto a mí, otra vez, y ahora sé que yo solamente he cometido aquello que ellos han querido ocultarme solo para no sufrir más de lo debido.

Me gustaria Gritar

Me gustaría gritar para escapar de este infierno en el cual me he sometido pero no puedo hacerlo, mi voz esta ahogada en un lamento de memorias que no volverán. Ni una lagrima, ni un millón de ellas podrán purificar mi alma perdida, que poco a poco oscura se ha vuelto.
No es que no lo haya querido ver, no es que haya deseado esto, simplemente sucedió. He maldecido mi propia existencia con aquellas insignificantes palabras que tú has oído, y no es que las haya querido decir solo salieron sin control de mi. Como siempre mi vida se ha basado en una mentira interminable, como era de esperarse me ha consumido completamente.

Y no espero la salvación, y no espero poder gritar y salir de aquí, solo espero tu perdón. Y no es como si sin él no pudiese vivir, puedo hacerlo pero no quiero, el peso que acumula en mis hombros es demasiado y ya no podré continuar a este paso.

Más no es cierto, más nuevamente he mentido, solo porque así me siento bien. La fantasía que me rodea se vuelve un dulce afrodisiaco que me consume lentamente, y no puedo dejarlo y no deseo hacerlo.

Como si fueses un fantasma, como si ellos también lo fuesen, todos me persiguen en mi nulo andar, que sin pasos y sin camino sigo en el cual  el guía ha huido por cobardía, y no es de esperarse menos, yo lo haría, si pudiese.

Y ahora observo, observo y lamento, veo como cada pieza cae lentamente, las cartas se rompen en millones de pedazos y los peones lentamente se van hundiendo en la eternidad. Y como si hubiese perdido todo sucede, más no podré huir de mi destino.

Y nuevamente gritaré sin gritar, soñaré sin soñar, viviré sin vivir y moriré muriendo.

Nuevamente

Nuevamente como si la realidad o la razón no existiese en ella caminaba sin saber dónde ir, nuevamente creyendo que así era mejor se dejaba guiar por una inexistente línea roja. Sin razón o sin real intención lo hacía, no había nada dibujado en aquel piso de mármol, no había nada escrito en ningún lugar más ella afirmaría a quien preguntase que seguía la línea "roja", aquella que frente a sus ojos esta, o al menos eso cree ella.

Nuevamente se dejo guiar por la mentira, el engaño y los dulces recuerdos que la envolvían, sin más opción, sin querer hacerlo realmente. Su vida se basaba en aquello desde hacia tiempo, engaño, mentira y recuerdos que poco a poco desaparecen, una ilusión que se desconoce y una ambición sin sentido.

Su caminar era lento, apacible y totalmente tranquilo, su semblante solo demostraba neutralidad total y sus ojos, aquellos rojos como la mismísima sangre, solo demostraban una soledad absoluta. ¿Desde cuándo?, no lo sabía, tampoco el porqué ni el cómo, solo sabía que había sucedido, que la oscuridad a su corazón lleno sin descaro alguno. Su vida había sido triste, llena de orgullo y odio, pero al pisar aquel lugar todo había desaparecido ¿cierto?, ella reía, ella sonreía y era feliz, entonces no había una razón real para que todo cambiase pero aun así sucedió.

¿Quién fue, el que lentamente destruyo su felicidad? ¿Por qué lo hizo?, ella no dañaba, ella solo quería lo mejor para sus seres queridos, entonces ¿por qué?, ¿por qué la ha herido? ¿por qué la ha destrozado? No, no había un culpable, no había nadie que lo haya provocado, no, ella sola lo hizo. Como siempre las heridas ella misma se las abría, ella misma se las agrandaba y sin pensarlo se culpaba, nunca pensó en nadie más, nunca pensó en que alguien podría dañarla, solo sabía y era consciente que su único enemigo era ella misma.

¿Quién más podría conocerlo mejor si no era ella misma?, claro, se conocía tanto a si misma que se odiaba y tanto era su odio que se dañaba, y el dañarse comenzaba a detestarse más convirtiendo eso en un odio irracional, sin sentido o razón real. ¿Odiarse a sí misma?, si siempre lo había hecho y por ello termino como termino, sola, porque no quería que nadie la conociese, sola sin nadie, porque no quería que nadie sufriese por ella. Engaño tras engaño, mentira tras mentira y una ilusión incomprendida.

Paró en seco, sus pensamientos la estaban confundiendo. Miro a los lados sin saber donde estaba, perdida, eso era lo único que sabía. Su cabello castaño se balanceo a los lados cuando ella giro, mirando si podría reconocer alguna calle pero no lo hizo. Acomodo su falda negra mientras desabotonaba por completo su camisa blanca de mangas cortas, abajo dejo su musculosa negra de breteles finos a la vista. Hacía calor aquel día y caminar sin rumbo alguno bajo los rayos del sol no era una buena idea. Era el mediodía, las nubes eran escasas en el cielo celeste y el sol brillaba con demasiada intensidad, desgraciado sol.

Hay nuevamente lo hizo, culpo al sol de algo que él realmente no era culpable, si ella tenía calor era por su andar descuidado, era por propia culpa. ¿Cierto? No, nuevamente comenzaba a desprestigiarse, atosigarse y llenar su mente de culpa, reproches y todo simplemente para sentirse viva. ¿Viva?, ¿debía de sentir dolor para sentirse viva?, era una locura pero así era ella, y eso nadie ni nada lo cambiaría. ¿Y su línea roja?, ¿Dónde estaba esta?

-Se ha perdido-

Un espejo de dos

Querré borrar aquel sueño que inútilmente he soñado, querré borrar aquel paraíso que sin fin he imaginado. Querré borrar aquella esperanza que la gente ha perdido, querré borrar aquel mundo que poco a poco se ha escondido.

Más no podre borrar aquel sueño que tú has soñado, más no podre borrar aquel paraíso que has creado. Pues la esperanza que he deseado borrar tú la has vuelto a imaginar, y el mundo que he querido borrar tu lo has encontrar, pues nuevamente -como siempre- bien a mi contra has ido y yo a la tuya, tal vez.

Borrando e imaginando, creando y destruyendo ambos hemos vivido, porque tú y yo siempre hemos sido uno, uno que de dos se ha divido, que dos ha de ser, pues lo igual y lo distinto uno es.

Querré crear aquel cuadro que significativo es, querré crear aquella pesadilla que inútil puede ser. Querré crear aquel juego sin final que poco a poco consumiéndome irá, querré crear aquella insignificante palabra solo para ti.

Más no podre crear aquel cuadro pues tú no me ayudarás, más no podre crear aquella pesadilla pues tu sueños solo traerás. Pues no podre jugar aquel juego pues tú lo has ganado ni podre decir aquello que tú me has quitado. Porqué tu y yo dos somos, porque si yo creo tu destruyes, porque si yo borro y imaginas.

Nuevamente el espejo de dos es, nuevamente el juego ha de comenzar. Un juego doble, un juego sin final.

El Tablero

En un simple suspiro el cristal se ha roto, lentamente los fragmentos en mi memoria caerán.

Aquellos recuerdos del mal traído me acosarán, sin final.

Como un cuadro sin pintar me sentí, igual a que si el aire fuese arrebatado de mis pulmones y que sin nada me quedase, eso era, la explicación adecuada.

Entre la confusión y la realidad, entre un mundo y la fantasía allí quede, perdida.

El espejo que reflejaba mi “yo” fue quebrado de tal manera que dos “yo” se han de ver ahora, ¿Quién es la real? ¿Quién es el engaño?, no lo sé.

Nuevamente los niños ríen sin razón aparente, sus suaves chillidos al bosque cubren, aquella naturaleza sin final.

Y como aquel invierno insólito, todo se ha convertido en una ilusión sin sentido ni razón, solo para diversión de los reyes. Pues los peones movidos están y los alfiles listos van, pues el juego ha de comenzar.

Ya que sin un cristal que nos separe, ni un cuadro que nos aprisiones, ya que sin un espejo que solo es y dos han de jugar.  Ya que la música  conseguida está ahora solo los reyes han de mandar para que el juego  pueda comenzar.

Los peones seleccionados van, el alfil listo esta, los caballos cepillados estarán, y las torres firmes quedarán,

¡El tablero puesto para comenzar!

    ¡El juego ha de empezar!