25 ene 2012

Un espejo de dos

Querré borrar aquel sueño que inútilmente he soñado, querré borrar aquel paraíso que sin fin he imaginado. Querré borrar aquella esperanza que la gente ha perdido, querré borrar aquel mundo que poco a poco se ha escondido.

Más no podre borrar aquel sueño que tú has soñado, más no podre borrar aquel paraíso que has creado. Pues la esperanza que he deseado borrar tú la has vuelto a imaginar, y el mundo que he querido borrar tu lo has encontrar, pues nuevamente -como siempre- bien a mi contra has ido y yo a la tuya, tal vez.

Borrando e imaginando, creando y destruyendo ambos hemos vivido, porque tú y yo siempre hemos sido uno, uno que de dos se ha divido, que dos ha de ser, pues lo igual y lo distinto uno es.

Querré crear aquel cuadro que significativo es, querré crear aquella pesadilla que inútil puede ser. Querré crear aquel juego sin final que poco a poco consumiéndome irá, querré crear aquella insignificante palabra solo para ti.

Más no podre crear aquel cuadro pues tú no me ayudarás, más no podre crear aquella pesadilla pues tu sueños solo traerás. Pues no podre jugar aquel juego pues tú lo has ganado ni podre decir aquello que tú me has quitado. Porqué tu y yo dos somos, porque si yo creo tu destruyes, porque si yo borro y imaginas.

Nuevamente el espejo de dos es, nuevamente el juego ha de comenzar. Un juego doble, un juego sin final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario