25 ene 2012

El Tablero

En un simple suspiro el cristal se ha roto, lentamente los fragmentos en mi memoria caerán.

Aquellos recuerdos del mal traído me acosarán, sin final.

Como un cuadro sin pintar me sentí, igual a que si el aire fuese arrebatado de mis pulmones y que sin nada me quedase, eso era, la explicación adecuada.

Entre la confusión y la realidad, entre un mundo y la fantasía allí quede, perdida.

El espejo que reflejaba mi “yo” fue quebrado de tal manera que dos “yo” se han de ver ahora, ¿Quién es la real? ¿Quién es el engaño?, no lo sé.

Nuevamente los niños ríen sin razón aparente, sus suaves chillidos al bosque cubren, aquella naturaleza sin final.

Y como aquel invierno insólito, todo se ha convertido en una ilusión sin sentido ni razón, solo para diversión de los reyes. Pues los peones movidos están y los alfiles listos van, pues el juego ha de comenzar.

Ya que sin un cristal que nos separe, ni un cuadro que nos aprisiones, ya que sin un espejo que solo es y dos han de jugar.  Ya que la música  conseguida está ahora solo los reyes han de mandar para que el juego  pueda comenzar.

Los peones seleccionados van, el alfil listo esta, los caballos cepillados estarán, y las torres firmes quedarán,

¡El tablero puesto para comenzar!

    ¡El juego ha de empezar!

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