Nuevamente como si la realidad o la razón no existiese en ella caminaba
sin saber dónde ir, nuevamente creyendo que así era mejor se dejaba
guiar por una inexistente línea roja. Sin razón o sin real intención lo
hacía, no había nada dibujado en aquel piso de mármol, no había nada
escrito en ningún lugar más ella afirmaría a quien preguntase que seguía
la línea "roja", aquella que frente a sus ojos esta, o al menos eso
cree ella.
Nuevamente se dejo guiar por la mentira, el engaño y
los dulces recuerdos que la envolvían, sin más opción, sin querer
hacerlo realmente. Su vida se basaba en aquello desde hacia tiempo,
engaño, mentira y recuerdos que poco a poco desaparecen, una ilusión que
se desconoce y una ambición sin sentido.
Su caminar era lento,
apacible y totalmente tranquilo, su semblante solo demostraba
neutralidad total y sus ojos, aquellos rojos como la mismísima sangre,
solo demostraban una soledad absoluta. ¿Desde cuándo?, no lo sabía,
tampoco el porqué ni el cómo, solo sabía que había sucedido, que la
oscuridad a su corazón lleno sin descaro alguno. Su vida había sido
triste, llena de orgullo y odio, pero al pisar aquel lugar todo había
desaparecido ¿cierto?, ella reía, ella sonreía y era feliz, entonces no
había una razón real para que todo cambiase pero aun así sucedió.
¿Quién
fue, el que lentamente destruyo su felicidad? ¿Por qué lo hizo?, ella
no dañaba, ella solo quería lo mejor para sus seres queridos, entonces
¿por qué?, ¿por qué la ha herido? ¿por qué la ha destrozado? No, no
había un culpable, no había nadie que lo haya provocado, no, ella sola
lo hizo. Como siempre las heridas ella misma se las abría, ella misma se
las agrandaba y sin pensarlo se culpaba, nunca pensó en nadie más,
nunca pensó en que alguien podría dañarla, solo sabía y era consciente
que su único enemigo era ella misma.
¿Quién más podría conocerlo
mejor si no era ella misma?, claro, se conocía tanto a si misma que se
odiaba y tanto era su odio que se dañaba, y el dañarse comenzaba a
detestarse más convirtiendo eso en un odio irracional, sin sentido o
razón real. ¿Odiarse a sí misma?, si siempre lo había hecho y por ello
termino como termino, sola, porque no quería que nadie la conociese,
sola sin nadie, porque no quería que nadie sufriese por ella. Engaño
tras engaño, mentira tras mentira y una ilusión incomprendida.
Paró
en seco, sus pensamientos la estaban confundiendo. Miro a los lados sin
saber donde estaba, perdida, eso era lo único que sabía. Su cabello
castaño se balanceo a los lados cuando ella giro, mirando si podría
reconocer alguna calle pero no lo hizo. Acomodo su falda negra mientras
desabotonaba por completo su camisa blanca de mangas cortas, abajo dejo
su musculosa negra de breteles finos a la vista. Hacía calor aquel día y
caminar sin rumbo alguno bajo los rayos del sol no era una buena idea.
Era el mediodía, las nubes eran escasas en el cielo celeste y el sol
brillaba con demasiada intensidad, desgraciado sol.
Hay
nuevamente lo hizo, culpo al sol de algo que él realmente no era
culpable, si ella tenía calor era por su andar descuidado, era por
propia culpa. ¿Cierto? No, nuevamente comenzaba a desprestigiarse,
atosigarse y llenar su mente de culpa, reproches y todo simplemente para
sentirse viva. ¿Viva?, ¿debía de sentir dolor para sentirse viva?, era
una locura pero así era ella, y eso nadie ni nada lo cambiaría. ¿Y su
línea roja?, ¿Dónde estaba esta?
-Se ha perdido-
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